Durante las Navidades es habitual hacer excesos, y en el ámbito de la cocina y la alimentación no es una excepción. Las comidas copiosas durante las fechas navideñas hacen que se produzcan gran cantidad de alimentos que muchas veces no son utilizados, pero podemos sacar provecho de estas sobras teniendo en cuenta unas reglas básicas.
Es importante que los alimentos a conservar no hayan estado durante mucho tiempo a temperatura ambiente ya que se pueden haber generado bacterias durante el contacto con el aire. Sea cual sea el producto, lo principal es mantenerlo en una temperatura de refrigeración adecuada, y podremos mantenerlo en envases herméticos en la nevera durante un periodo máximo de dos días. En el caso de carnes o pescados, e incluso salsas es preferible consumir los productos el mismo día de preparación o en un plazo de 24 horas. Nunca debemos utilizar el mismo recipiente donde se ha cocinado para almacenar en el frigorífico y tampoco se deben almacenar las sobras aún calientes.
Una manera de hacer que los tiempos de conservado se alarguen es con el envasado al vacío de dichos alimentos, con una adecuada tanto semiprofesional como profesional podemos conservar durante mucho más tiempo las sobras navideñas, tanto a través del refrigerado como del congelado de los alimentos. Los envasados al vacío se pueden hacer mediante bolsas o en tuppers adecuados. Dependiendo del producto, el envasado al vacío puede alargar la conservación entre 3 y 4 veces más que en el proceso normal, por lo tanto podremos mantener más de una semana cualquier resto de la Navidad en el frigorífico y hasta un año en congelador.
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